Aprende a contar chistes como un profesional.


Si siempre arruinas los chistes en el remate, aquí hay una ayuda para ti. Prueba estos sencillos pasos y comienza a contar chistes como un profesional.
El humor es una cosa divertida. Cuando funciona, es tan bueno como comer pollo con la mano. Cuando no funciona, es más doloroso que un tratamiento de conducto.
¿Cuántas veces has tratado de decirle a alguien una broma sólo para que salga mal?. Ser divertido es un talento y el mundo está lleno de personas que lo tienen.
Ser capaz de contar una broma es una pequeña parte de ser divertido. Afortunadamente para la mayoría de nosotros es un talento que se puede aprender.

Investiga

Esta es la parte divertida. Con el fin de aprender a contar una broma, tienes que ver a los profesionales.
Hay comediantes que cuentan los mismo chistes desde hace décadas, y siguen haciendo reír.
Todavía se puede aprender a manejar el material divertido visitando un club de comedia local o mirando televisión.
Mira cómo se mueven los cómicos, ten en cuenta sus expresiones faciales, escucha el ritmo de sus palabras.

Memoriza

Comienza con una simple broma, puede ser una línea y luego el remate.
Un borracho iba en la moto y se choca una pared.
- “¿No vio la flecha?”, le pregunta el enfermero.
- El borracho responde “No, ni el indio que la tiró”.
Cuanto más complicada es la broma, más fácil es para decorarla. Trata de ir lento y añade material para mejorarla, por ejemplo: ¿a donde iba el borracho?, ¿de donde venia?, arma la historia.
No trates de contar un chiste complicado de inmediato.
Una vez que hayas elegido un chiste que te gustaría contar, anótalo. Lo peor que te puede pasar cuando cuentas un chiste es olvidar la frase de remate. Repítela hasta que la sepas de memoria.

Practica tu estilo

El siguiente paso es ponerte de pie frente al espejo y decir la broma una y otra vez. Ejercitar el carisma.
Cuenta el chiste rápido, cuéntalo con calma. Susurra, luego grita. Sigue intentándolo de diferentes formas hasta que encuentres una que se sienta bien.
Las bromas normalmente aparecen en las conversaciones: “Eso me recuerda una cosa graciosa que oí el otro día …” Funcionan mejor cuando suena como si estuvieras compartiendo algo con tu mejor amigo.
Ten esto en cuenta, no importa qué tan grande es tu audiencia.

Relájate

La comedia tiene la intención de ser divertida. No es una cirugía cerebral. Nadie va a morir si te equivocas.
Toma algunas respiraciones profundas antes de comenzar tu broma.
Algunos cursos para hablar en público te aconsejan que visualices a tu audiencia en ropa interior. No utilices esta técnica. No hay nada más divertido que tu chiste.
Podrías terminar en un ataque de risa que nadie entiende. Piensa en lo bien que te sientes cuando la gente se ríe de tu broma y luego cuenta el chiste.
Siguiendo estos simples pasos, contar un chiste será mucho menos intimidante. La única otra cosa en que pensar es en la situación que te encuentras cuando dices tu broma.
Cuidado si “juegas” con el público. Recuerda que el humor es la intención de hacer que la gente se sienta bien, no mal. Con un poco de consideración por los demás seres humanos se pueden evitar situaciones desagradables y aún así divertirse.
Serás el alma de la fiesta.