Qué diferencias hay en las Ecografías en 2D, 3D y 4D?


Las ecografías o ultrasonidos permiten que podamos “ver” al bebé antes de su nacimiento, un avance tecnológico que no existía hace unas décadas y que supone un importante logro en el cuidado prenatal. Existen varios tipos de ecografías o ultrasonidos, en 2D, 3D y 4D, los cuales pasamos a comentar.
Gracias a la ecografía, sea del tipo que sea, los futuros papás pueden ver la imagen de su hijo antes de nacer, y los médicos pueden comprobar que todo está bien en el feto: el estado de la placenta, el líquido amniótico, el cuello uterino…
Las imágenes del bebé en una ecografía son sin duda emocionantes para los padres, que intentamos “descifrar” lo que nos muestran esas imágenes y buscar los primeros parecidos.
Y aunque las imágenes que nos muestran las ecografías pueden ser muy claras y con movimiento, aún no sabemos el tono de piel, de cabellos… e incluso en ocasiones las ecografías se pueden equivocar a la hora de determinar el sexo del bebé. Algo tiene que quedar para la sorpresa final.
De entre las distintas variantes de ecografías, algunas nos dejan una imagen más clara del bebé. Veamos qué tipos de ecografías son posibles, no sin antes señalar que ningún tipo de ecografía es peligrosa para el feto o la madre y pueden realizarse tantas veces como sea necesario durante el embarazo.

Las ecografías 2D durante el embarazo

La ecografía en dos dimensiones, la más habitual (de momento) en nuestro entorno, es bidimensional y se muestra en un monitor tiempo real, aunque la imagen será borrosa si el feto se está moviendo. Por eso el doctor puede realizar varios intentos antes de captar una imagen adecuada para poder imprimir.
En el monitor las imágenes se ven en movimiento y tiempo real, pero son planas y en blanco y negro, y en la ecografía impresa en papel evidentemente también se ve imagen fija, plana y en blanco y negro.
Las ecografías en 2D son las que se realizan normalmente en la clínica u hospital para realizar un diagnóstico fetal común. Para los padres en ocasiones resulta difícil, en las fotos menos reconocibles (las que no son de la cara, manos o pies), distinguir nada en la foto tomada de una ecografía 2D.
La ecografía transvaginal, que se realiza a través de la vagina y suele ser el primer ultrasonido que se emplea para detectar o confirmar el embarazo, suele ser en 2D. Las ecografías abdominales, las que se realizan sobre la barriga de la futura mamá, es más habitual que sean de los distintos tipos que comentamos a continuación.

Las ecografías 3D

Las ecografías en tres dimensiones permiten ver de forma más clara al bebé, otorgándole volumen. Este tipo de ecografía se utiliza en ginecología desde finales de los años 80 y principios de los 90, revolucionando el campo del diagnóstico por imagen, ya que ofrece una resolución y una nitidez asombrosa del feto frente a la ecografía convencional en dos dimensiones.
Al ofrecer una imagen más nítida del feto se pueden mejores diagnósticos en casos concretos en los que se necesite ver detalles, aunque en general la ecografía 2D ya detecta malformaciones o anomalías.
La ecografía en 3D se basa en el mismo principio básico de los ultrasonidos, incorporando también la medida del volumen fetal frente a la ecografía realizada en dos planos. Nos muestra una imagen estática en tres dimensiones del feto y de sus estructuras con un color más nítido que el blanco y negro de la ecografía tradicional.
El tercer plano que se incorpora es el plano frontal, si hablamos de sondas abdominales, y el plano transversal en las sondas vaginales.
Los equipos de alta tecnología que ofrecen un rastreo y captura de la imagen de forma rápida, obteniendo posteriormente la imagen tridimensional del feto que queda grabada en el software del equipo informático. Se realizan varias operaciones al instante para obtener la imagen en 3D.
Como en el caso de la eco 2D, el médico puede “congelar” varias imágenes o fotogramas del vídeo obtenido en el monitor e imprimirlos para que los padres se lo lleven de recuerdo.

Las ecografías 4D durante el embarazo

Las ecografías en cuatro dimensiones son lo último en tecnología y a pesar de su nombre futurista se trata de un vídeo de la ecografía del feto en el interior del vientre materno. Se trata de una ecografía en 3D pero grabada y vista a tiempo real. En la actualidad la ecografía 4D es la imagen de mejor calidad y la más real que se puede obtener del feto.
La ecografía en 4D muestra al feto en movimiento real, y puede verse por ejemplo si el bebé se chupa el dedo, realiza gestos con la cara, bosteza, juega con el cordón umbilical o si mueve los brazos o las piernas…
Los padres prefieren conservar este tipo de ecografía porque se ve al bebé con más claridad, sin embargo, no se realiza la grabación de forma rutinaria en un embarazo.
Si se dispone de los medios necesarios, en el monitor se ve una ecografía 2D o 3D en tiempo real, es un vídeo, pero el “recuerdo” que se le da a los padres es una fotografía (o varias) de las imágenes captadas, esto es, como si fueran unos “fotogramas” de la película. Lo que se denominan “ecografías en 4D“ son el vídeo, la película completa de una ecografía en 3D.
Si los padres desean realizar una ecografía 3D o 4D durante el embarazo, habitualmente deberán de pagar por ello en centros especializados, e incluso hay empresas que la hacen a domicilio. En España el precio puede oscilar entre los 150€ y 200€. Algunos centros ofrecen las visitas que sean necesarias gratuitamente si no se ha podido captar buenas imágenes del bebé.
El mejor momento para realizar la eco 4D es entre las semanas 25 y 32, ya que se podrán apreciar mejor los movimientos del bebé y los rasgos de la cara. Como fundamentalmente es una ecografía que se realiza a nivel privado, hay que tener en cuenta varios puntos antes de contratarla.
Algunas clínicas o ginecólogos privados que sí cuentan con la tecnología necesaria ya ofrecen la posibilidad de que los padres lleven un DVD para grabar la ecografía en 4D realizada sin coste adicional. Aquí podéis ver un vídeo de una ecografía en 4D.
Estos son los tipos de ecografías que se pueden realizar durante el embarazo, en 2D, 3D y 4D, un recuerdo emocionante para los padres que escuchan por primera vez el latido del corazón del bebé o lo ven moverse en el vientre, ya sea en el monitor o en vídeo. Pronto volveremos con más datos acerca de las distintas variantes de ultrasonidos.